viernes, 4 de septiembre de 2009

Camino de Santiago



Bueno, tras 1 año y un par de meses sin actualizar el blog, he decidido repescarlo, espero que no lo abandone después de esta entrada.
Voy a hablar de mi aventura de los dos últimos veranos.
Desde pequeñito cuando visité Roncesvalles (aquel fue un día muy nublado y no se veía nada más allá de los 3 metros) y me hablaron entonces del camino de Santiago, decidí que de mayor yo pensaba ser uno de esos peregrinos.
Así que el año pasado decidí hacer ese deseo realidad. Si bien mi idea original era la de hacerla andando, al final acabé haciéndolo en bicicleta más que nada porque suponía menos tiempo, menos dinero y además la bicicleta era un transporte que apadriné cuando inicie la carrera.
Así que el verano de 2008 partí hacia Roncesvalles con la idea de iniciar mi aventura. La idea era hacerlo en dos años, en el primero quería llegar al menos hasta Burgos y todo lo que viniese después, pues bienvenido era. Desconocía como me iba a responder el cuerpo ante largas etapas en bicileta por lo que mi objetivo no era muy ambicioso.
Y la verdad es que las fuerzas me respondieron, pude con el recorrido aunque eso si, mi bicileta se resintió, no pasaba un día sin que tuviese uno o dos pinchazos.
Y así, al quinto día llegué a Burgos. La verdad es que esa llegada coincidió con el día que más cómodo fui en bicileta, las piernas me respondían y decidí seguir adelante. En frente, las largas llanuras castellanas.
Pero tampoco duré mucho tiempo, al día siguiente una ruta larga de unos 100Km. y en la llegada a León el sol me pudo la batalla, me entró una pájara y decidí terminar, así que tras dormir en un pueblo a unos 30Km. de León, al día siguiente llegué a la capital y desde ahí cogí el tren de vuelta a casita.
Así que en este verano tocaba terminar lo empezado, en frente las montañas lonesas y gallegas. Al final fueron 5 etapas
- León-Astorga
- Astorga-Villafranca del Bierzo
- Villafranca del Bierzo-Sarria
- Sarria-Melide
- Melide-Santiago de Compostela
Entre medias estuvo el temido O'cebreiro, supuesto punto más duro del camino, aunque para mi lo peor fue el primer día en Navarra.
Y tras picaduras de abeja, de pulgas y el robo de mi cartera, terminé en Santiago, feliz de haber culminado el camino y con ganas de hacer algo parecido en algún otro sitio.